Fundación de nuestra sociedad (Tercera parte)

Jesús Amín TEJAS CARRERA


SE COSECHAN LOS FRUTOS
En el mes de septiembre de 1977 durante las celebraciones del 25 aniversario, el Sr. José Tamborrel narró sus experiencias para lograr la fundación de nuestra organización, experiencia en la que tal vez muchos, de una u otra forma, podrían identificarse; reproducimos textualmente algunos párrafos asentados en la “Crónica de la Sociedad Numismática de México”:
“Hace 25 años empecé a coleccionar monedas. Mi colección era tan grande que cabía en una caja de puros, ¡pero no de las sencillas!, sino de las dobles. Debo haber tenido cerca de 50 monedas de México y creía tener una magnífica colección. 
A dos puertas de mi despacho estaba don Bernardo López Velasco a quien enseñe mis monedas con mucho orgullo. Me dijo don Bernardo con mucha sutileza y tacto que, “Estaba buena” mi colección, pero que me faltaban muchas piezas y que me aconsejaba [que] me olvidara de una colección universal y me dedicara únicamente a México. Así lo hice, y empecé a comprar columnarios de a 40 y 50 pesos los más caros, así como bustos de a 10 pesos.
Como yo no sabía nada de monedas de México y en esa época tampoco había libros que me pudieran ilustrar, ya que solo existía la magnífica obra del Dr. Pradeau, empecé a preguntar si había un club numismático, o en su defecto, ¿en que parte podría yo encontrar a los viejos coleccionistas que sabía que existían?
Don José Tamborrel Jr.

Así logré saber [de] una casa que vendía casimires, y que estaba en los bajos de [un] casino español, [y que ahí] se reunían en las tardes algunos coleccionistas.
En esos días acababa de comprar la moneda por la que había pagado, para mí, una exorbitante cantidad. Se trataba de una pieza de ocho Reales troquelada de la Junta de Zitácuaro. El vendedor de la pieza, “el viejito García”, a quien muchos de ustedes recordaran, me habló mucho de [su] pieza e hizo encomio de su bondad, y hube de pagarle nada menos que 270 pesos. 
Con esa pieza en la bolsa, pensé que era oportuno ir a presumir con ella a la casa de casimires, y sobre todo, investigar sobre su historia. Llegué y vi que efectivamente estaban algunos de los señores que me habían dicho que allí hacían la tertulia, por lo que saque orgullosamente mi pieza y le pregunte a uno de ellos ¿Qué le parecía? y si podían decirme algo sobre ella.
Miro la pieza despectivamente, sin tomarla en sus manos y me dijo que “estaba bien”. No quiso hacerme un poco de su historia y a mi nueva solicitud [de] si la pieza era buena, me contesto “QUE PARA SABER ESO, SE NECESITABA QUE PASARAN MUCHOS AÑOS Y QUE LE DIERAN A UNO MUCHOS PALOS” eso era el colmo del egoísmo. Por ello no cito el nombre de coleccionista  q.e.p.d. 
Esta experiencia y la sed de conocimientos que yo entonces tenía, me dieron el convencimiento de que si no existía un club numismático, había que crear uno, en el que personas con mejor voluntad que mi entrevistado, sí fueran amables y tuvieran voluntad de difundir sus conocimientos.
Hice varias preguntas por aquí y por allá, y me enteré que si me proponía crear una asociación iría al fracaso más rotundo, ya que hacía poco se había creado [una] asociación numismática, que reunía en su seno a lo más granado de los coleccionistas y [solo] había durado de seis a ocho meses. Ello no me arredro, sino que me confirmo la necesidad de que hubiera una sociedad numismática que sí permaneciera.
Platicando mi idea de formar una sociedad numismática, alguien, cuyo nombre desgraciadamente no recuerdo, me hizo el favor de proporcionarme una lista de 66 personas con nombres y direcciones, indicándome que sabía que eran coleccionistas, aun cuando no sabía si de monedas o de timbres postales.
Con esa lista en la mano, me dirigí por escrito a cada uno de ellos, explicándoles la necesidad de tener un acercamiento entre los coleccionistas, y en su caso, formar una sociedad. Los cite en el local de la Amicale Francaise (…) y fue así como nació la Sociedad Numismática de México (…)”
Condecoración unifásica. Se otorgaba a los socios que lograban ingresar a cinco nuevos socios, en la cinta tiene los colores representativos de la Sociedad: cobre, plata y oro.

Con la narración de Don José Tamborrel, concluye este brevísimo relato de la fundación de nuestra Sociedad: La Sociedad Numismática de México A. C. 
Aún nos quedan muchas cosas por aprender, pero lo mejor y más importante es: QUE AUN HAY MUCHA HISTORIA POR ESCRIBIR.

---Asiste-Conoce-Asóciate---

Bibliografía:
-Del Ángel Mobarak, Gustavo A, “CRÓNICA DE LA SOCIEDAD NUMISMÁTICA DE MÉXICO, HISTORIA DE SUS PRIMEROS 35 AÑOS”, 1ª. Ed., Sociedad Numismática de México, A.C., México, 1988.
-Gómez Wulschner, Luis M., “CATALOGO DE MEDALLAS DE LA SOCIEDAD NUMISMÁTICA DE MÉXICO, A.C.”, 1ª. Ed., Sociedad Numismática de México A.C., México, s/f.
-Varios autores, “EL BOLETÍN NUMISMÁTICO”, Número 3, Vol. 1, Sociedad Numismática de México, A.C., México, 1952.

-Varios autores, “EL BOLETÍN NUMISMÁTICO”, Número 50 Vol. VI, Sociedad Numismática de México, A. C., México, 1966.

-Varios autores, “EL BOLETÍN NUMISMÁTICO”, Edición especial 50º Aniversario, Números 194, 195 y 196,  Sociedad Numismática de México A.C., México, 2002.
Varios autores, "THE NUMISMATIST", Número 3, Vol. 66, American Numismatic Association, E.UA., 1953.

Varios autores, "THE NUMISMATIST",  Número 7, Vol. 66, American Numismatic Association, E.UA., 1953.

Varios autores, "THE NUMISMATIST",  Número 8, Vol. 66, American Numismatic Association, E.UA., 1953.

Varios autores, "THE NUMISMATIST",  Número 11, Vol. 66, American Numismatic Association, E.UA., 1953.

Comentarios

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  2. Sin lugar a dudas una gran semblanza de la historia de nuestra Sociedad Numismática de México A.C. En lo personal desconocía algunos de los hechos aquí descritos y es motivo de gran satisfacción poder conocerlos y además transmitirlos en su momento. La Numismática es un gran tesoro que pocos sabemos valorar pero que a través de la difusión podemos hacer llegar a mas y mas personas.
    Agradezco a Jesus Amín Tejas Carrera por su aportación.

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    1. Al contrario José Luis, gracias a ti.
      Ciertamente conocer estos aspectos de la historia numismática nacional son los que nos refuerzan el amor e interés por conocer más acerca de ese tesoro, como bien mencionas, que es la numismática en si. Sigamos difundiendo!
      -Amín Tejas-

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